El Caja España Ademar León volvió a sufrir "la maldición"

alemana y si ante el Flensburg en la temporada 2000-01 se había dejado el título, ante sus compatriotas del TSV Hamburgo se dejaron su tercera Recopa a falta de diez segundos con el tanto del coreano Yoon, auténtica bestia negra de los leoneses en esta final. Los alemanes sumaron su primer entorchado internacional, sudándolo de lo lindo, con lo que se cierra una temporada histórica para el balonmano alemán, con el título mundial de selecciones como anfitriones y las tres competiciones por clubes, con el Magdeburgo y el equipo hanseático como verdugos de los equipos españoles.
Lo más cruel para los leoneses fue el dejarse el título por la diferencia de goles en campo contrario, 24 habían sumado a domicilio y con el tanto de Yoon se mantenía esa ventaja, insuficiente para levantar el trofeo.
Al límite, así se tomó su entramado defensivo 6-0 el Caja España Ademar consciente de la peligrosidad de la pareja de "cañoneros" alemana, el internacional Pascal Hens y el coreano Kyung Shin Yoon a los que secaron durante toda la primera mitad, con tan solo un gol del asiático.
Sin embargo, el trabajo sobre las dos estrellas del TSV Hamburgo también tenía sus riesgos, dejar demasiado desprotegido al pivote, un jugador tan efectivo como el veterano internacional francés, Berrand Gille, que fogueado en mil batallas, hacía estragos a pesar de la buena labor de Danijel Saric en portería.

De esa manera, los leoneses con un pabellón entregado como nunca, pronto se acercaba a la barrera de los cuatro goles, 5-2 (minuto 7), merced a la habilidad sin límites de Héctor Castresana y un Oscar Perales de nuevo "eléctrico" como en Alemania y que rompía la defensa teutona.
Las diferencias se situaban entre los dos y tres goles, aunque el Ademar también atravesaba su crisis 10-10 (minuto 21), cuando dejó de encontrar espacios en la defensa rival, que sin embargo se desmoronó en dos minutos, fruto de lo cual vio como volaba su renta hasta un 14-10, que

levantaba a los más de seis mil espectadores.
Solo había que mantener la cabeza fría hasta el descanso, cosa que logró el equipo de Manolo Cadenas, sobreponiéndose incluso a una exclusión final y a dos penas máximas falladas, para dejar un 16-13, tras nuevo contragolpe de Denis Krivoschlykov, para la ilusión.
Estaba claro que tenían que aparecer los brazos de Hens y Yoon y ya desde el inicio se demostró que tenían claro cuál debía ser su papel, tomar las riendas de su equipo e intentar llevar a los suyos a la remontada, aunque el Ademar aguantaba porque tampoco las defensas y porterías tenían demasiado acierto.
El Ademar quizá sufriera el desgaste de tener siempre la posibilidad real de la proeza, aunque mediado el segundo periodo llegaban los peores momentos leoneses, ante un rival envalentonado ante la adversidad que suponía jugar los últimos quince minutos sin uno de sus mejores

jugadores hasta entonces, Bertrand Gille, expulsado por roja directa por una acción sobre Garralda.
Yoon se convirtió entonces en un martillo pilón y lograba apagar los ánimos colocando al Hamburgo por delante, 28-29 a falta de doce minutos para la conclusión.
Todo parecía venirse abajo, pero una serie de circunstancias, el exceso de confianza creyendo ver a un rival hundido, el desgaste físico y un Ademar que se resistía a su suerte producían el milagro y con un parcial de 7-1 en menos de cuatro minutos todo parecía a favor de los locales, 35-30.
Esa diferencia volvía a dar la Recopa al Ademar, que había encontrado en su vuelta a la pista la inspiración de Saric, que adivinó uno a uno los lanzamientos del coreano, ya agotado físicamente.
El final fue dramático para ambos. Perales y Jacobsen capitalizaban las acciones ofensivas leonesas y Hens y Yoon intentaban hacer lo propio, aunque el alemán se borró de la batalla, con lo que todo condujo a un cara o cruz.

Ademar tuvo la opción del título con dos rechaces que no supo amarrar y Yoon(con 10 tantos), no podía ser otro, lograba el tanto definitivo a falta de diez segundos que hundía a un Ademar, ya sin Saric lesionado, con un jugador menos y que se dejó la ocasión final con un pase fallado de Perales que no encontró compañero.